Las cáscaras de huevo tienen un alto contenido de calcio, lo cual puede servir como una fuente de nutrientes y de abono para tus plantas. Es ideal que primero se laven muy bien las cáscaras, luego se dejen secar por completo antes de romperlas en partes más pequeñas o molerlas. Hay varias formas de utilizar este tipo de abono, por ejemplo dejar las cáscaras trituradas en un recipiente con agua durante toda la noche y a la mañana siguiente utilizar esa agua para regar las plantas. Picar las cáscaras y ponerlas sobre la tierra alrededor del tallo de la planta, las pequeñas cáscaras con bordes afilados harán que ni caracoles ni babosas se acerquen a la planta, ya que no le gusta cruzar sobre una superficie que les puede hacer daño.
Otra manera en que se pueden reutilizar las cáscaras es que pueden reemplazar una matera en la etapa de crecimiento de semillas o en la propagación de suculentas. Los mismos cartones en que vienen los huevos pueden servir como base en la que se acomodan estas nuevas macetas. Las cáscaras al ser biodegradables pueden ser plantadas dentro de la tierra en una matera más grande cuando la planta ya sea lo suficientemente grande .
